Inicialmente realizamos la conceptualización  representando el duelo de una mujer por medio de las etapas del desamor en donde se encuentra la negación, ira, depresión y finalmente la aceptación.

Se seleccionaron los lugares, expectativas, presupuesto y plazos. Posteriormente se realizo un casting con rasgos específicos que se adecuaran al concepto.

Se eligió el equipo (cámaras, lentes, iluminación, etc.) adecuado para las necesidades específicas del proyecto y finalmente se gestionaron los permisos para las locaciones, transporte y logística en general.

En el desarrollo de cada sesión se busco mantener el enfoque del concepto base con referencias fotográficas externas.

En la fotografía, se realizaron tomas con bastante variedad en direcciones y luces acordes al reloj de Millerson, con esquemas amplios y cortos en donde se enfocaron detalles muy específicos, vestuario, maquillaje y ambientación.

Se reflejaron colores opacos de manera gradual inicialmente reflejando la tristeza y nostalgia, mientras que, a lo largo de la historia, los tonos se vuelven más luminosos simbolizando emociones de alivio y aceptación.

Los lugares generan un contraste perfecto con la modelo y a lo que se quería representar, fondos minimalistas en cuanto a forma y color creando una armonía visual junto con los demás elementos.

Se busca evocar cada emoción con una notaria soledad del personaje.

Las prendas utilizadas y los looks realizados fueron inspirados y guiados por las propuestas de Balenciaga en los últimos años. La textura de los materiales, el minimalismo y el maquillaje fueron los protagonistas que ayudaron a consolidar el concepto que se quería lograr, algo oscuro, melancólico y burdo.